El 23 de agosto de 2001, la vida de Joaquín Sabina dio un giro inesperado. Un ictus lo obligó a frenar en seco tras años de vértigo creativo y noches eternas. Este episodio reconstruye el derrumbe emocional que vino después: la depresión, el encierro voluntario, la pérdida de apetito vital y la sombra de una nube negra que lo mantuvo lejos del escenario, la calle y la música.
Pero también es la historia de una resurrección. Pancho Varona y Antonio García de Diego, su círculo íntimo, se convierten en una red de cuidados, paciencia y lealtad. Revisando papeleras, rescatando versos y grabando en la habitación de Joaquín, logran devolverle poco a poco la música. Así nace Alivio de luto, un disco íntimo, herido, pero lleno de belleza. Canciones como Peces de ciudad capturan como pocas el dolor del alma y la poética del desánimo.
Este episodio también retrata el cambio radical que sufrió la industria musical con la llegada de las descargas, el top manta y Operación Triunfo, y cómo ese nuevo mundo afectó a artistas como Sabina. Desde el desmoronamiento de la vieja industria hasta el atentado del 11-M en Atocha —una herida especialmente profunda para quien llegó a Madrid en tren y se bajó por primera vez en esa estación—, todo se entrelaza en un relato poderoso sobre la vulnerabilidad, la memoria y el amor a una ciudad que siempre lo abrazó.
Créditos
- Dirección: Pablo G. Batista
- Guion: Pablo G. Batista, Belén Remacha, Ángela Ruiz, Estefanía Salvatierra.
- Narración: Pancho Varona
- Música: Miguel Marcos
- Diseño de sonido: David Gutiérrez, Celso Arenal
- Producción: Iván Pérez y José Paz