Conoció el trabajo de la fundación gracias a un familiar y desde el principio se implicó con ellos. Ahora mismo es la única voluntaria en Asturias, pero asegura que el trabajo es intenso porque en estos años han logrado tejer una importante red de colaboradores. Realiza una labor totalmente altruista y visita a menores afectados por graves dolencias en los hospitales y también en sus casas.
Reconoce que el trabajo tiene una gran carga emocional porque se ha visto en el caso de que los pequeños fallecen, pero asegura que siempre encuentra un motivo para seguir. Cumplir el deseo de un niño siempre es para ella una alegría. Se ha encontrado con peticiones muy diversas: conocer a algún famoso, a un jugador de fútbol, ver a un súper héroe o lo que ha sido más difícil, tener una familia.
