La lucha por el control de los minerales estratégicos y las tensiones étnicas heredadas del genocidio de Ruanda han convertido el este de República Democrática del Congo en el epicentro del conflicto más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial. Una guerra cíclica y olvidada que ha dejado, desde principios de siglo, más de seis millones de muertos y otros seis millones de desplazados.
Desde que el grupo insurgente M-23 lanzara su más reciente ofensiva, respaldados por la vecina Ruanda, más de 7.000 personas han sido asesinadas en el este del país. Actualmente, los guerrilleros controlan las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, donde se encuentran los principales yacimientos mineros del país. A pesar de contar con las reservas de coltán más grandes del mundo, la República Democrática del Congo es el décimo país más pobre del planeta.
La razón se esconde en el expolio, plenamente documentado por organismos internacionales, de este y otros recursos que, cada día, cruzan la frontera hacia Ruanda para ser exportados posteriormente a Occidente. El control de estos recursos estratégicos para la transición energética es solo una de las patas que explican este complejo y cambiante conflicto que parece no tener fin.
En este episodio de Latitud Cero, intentamos explicarlo de la mano del corresponsal de Onda Cero en África subsahariana, Alfonso Masoliver, del investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep María Royo, y de Lorena Aguirre, fundadora de 'Coopera Congo'.