PERIODISMO

Marta García Aller recibe en Zaragoza el premio Salvador de Madariaga

La Asociación de Periodistas Europeos concede este premio, en la categoría de Radio, a la periodista de El Confidencial y colaboradora del Grupo Atresmedia por la profundidad y modernidad de sus análisis radiofónicos, destacando su labor de vanguardia y capacidad para anticipar las nuevas corrientes sociales.

José Antonio Alaya

Zaragoza |

La jornada laboral de Marta García Aller da mucho de sí. Su despertador suena a las 4:44 de la madrugada. Desde ese instante, su propósito es que los dioses ayuden a la periodista que madruga alumbrándola con un tema de actualidad que analizar de forma irónica y punzante, rematando con una moraleja que, invariablemente, tiene que rimar.

Además de su trabajo diario en Más de Uno, con Alsina, su participación en Al Rojo Vivo de La Sexta, la elaboración del podcast semanal Pausa o los artículos para El Confidencial, Marta García Aller ha publicado cinco libros. En el último, Años de Perro, analiza cómo el desbordante flujo de información hace que el tiempo parezca transcurrir mucho más rápido. Parece que hayan pasado meses desde que todos los focos apuntaban a las grabaciones de Leire Díez de Castro, cuando apenas han transcurrido dos semanas. Esta abundancia de información que va aparcando, de forma vertiginosa, lo que ayer fue noticia está haciendo, según García Aller, está difuminando el umbral de lo verosímil ante la cantidad de hechos inimaginables hace un tiempo que se están dando.

Sus análisis diarios, por cuya profundidad la distingue el jurado de los Premios Salvador de Madariaga, ayudan cada mañana a muchos oyentes a asimilar y entender mejor lo que es noticia. Marta García Aller reconoce que esta labor sería imposible sin el trabajo de los periodistas que investigan y destapan los asuntos sobre los que tertulianos y articulistas opinan en los medios, y recuerda que se han venido diciendo cosas asquerosas sobre periodistas que estaban haciendo su trabajo, profesionales a los que se ha denigrado sembrando la idea de que cualquier crítica que incomoda al poder sea considerada fango.