Un gol de Nico Williams, en el minuto 22, y otro de Mikel Merino, en el 25, dieron a España una ventaja de 2-0 al descanso, con un Unai Simón imperial salvado a los de Luis de la Fuente, una a Michael Olise y dos a Ousmane Dembélé, y tuvo suerte ante un remate a una cruceta de Theo Hernández.
A partir de ahí, el descanso sirvió para la calma antes de la tempestad de goles que se abrirían paso en la segunda mitad. Primero, Lamine Yamal con un penalti señalado tras la entrada de Rabiot, y cinco minutos después otra pena máxima que transformaría Kylian Mbappé después de otra acción de Pedro Porro.
Cuando el propio Lamine Yamal en el 54' y Pedri en el 55' ponían de nuevo más ventaja sobre los de Luis de la Fuente, Cherki se anotó un auténtico golazo de volea ante el que nada pudo Unai Simón y el encuentro no abandonó la fase de locura en su recta final.
Con el tanto de Cherki y la salida de Pedri del césped, los galos se crecieron y creyeron siempre, aunque la ventaja fue demasiado grande como para igualar el choque. Vivian, con un gol en propia puerta, dio mayor emoción a la semifinal.
Un sufrimiento final que no empaña la exhibición de España, aunque el combinado nacional tendrá que revisar las acciones finales que espolearon a Francia para tener sus opciones. Espera Portugal en la final de Múnich, que tendrá lugar este domingo con el título de la Nations League en juego.