El artista uruguayo Lucas Curotto ha reivindicado la necesidad de normalizar que los artistas emergentes compaginen su vocación con otros empleos y ha subrayado que “la ilusión está intacta”.
Lucas Curotto, cantante y finalista de Operación Triunfo, ha roto el silencio en torno a su situación laboral actual y ha abordado sin tapujos el debate sobre el verdadero significado del éxito. Tras ser fotografiado trabajando en un bar, ha explicado que "uno tiene que pagar el alquiler y seguir viviendo" y que, ante la imposibilidad de dedicarse exclusivamente a la música, ha tenido que buscar otras fuentes de ingreso.
Lejos de esconderse, ha señalado que "fue algo bueno que pasara" porque ha visibilizado la realidad de muchos artistas emergentes. "Muchos se sintieron apoyados, desde músicos hasta bailarines", ha dicho. También ha denunciado que parte de los comentarios buscaban “mostrar el trabajo como una forma de fracaso”, algo que él ha desmentido categóricamente.
Durante la entrevista, Curotto ha reconocido que el paso por Operación Triunfo le permitió vivir una experiencia intensa y masiva, pero ha aclarado que “eso no asegura el éxito en la carrera musical”. Ha recordado que tras llenar el WiZink Center, el camino ha sido de esfuerzo constante: “Ahora empiezo de nuevo, pero con mi sello, mi disco y mis vivencias”.
Finalmente, ha afirmado que su concepto de éxito ha cambiado: “Para mí ya es un éxito poder dedicar parte de mi vida a mi sueño”. Aunque actualmente ya no pertenece a una discográfica, ha garantizado que seguirá haciendo música: “La ilusión está intacta y jamás voy a dejar de luchar”.
