DÍA MUNDIAL CONTRA LA OBESIDAD

Investigadores españoles descubren tres subtipos metabólicos de obesidad infantil que ayudarán a personalizar los tratamientos

Se espera que en 2050 casi la mitad de los niños y adolescentes en España padezcan obesidad o sobrepeso. Desde 1975, la obesidad a nivel mundial ha triplicado sus datos.

Nerea Pardillo

Madrid |

Los investigadores del Cembio Francisco Javier Rupérez y David Chamoso
Los investigadores del Cembio Francisco Javier Rupérez y David Chamoso | CEU San Pablo

La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por una acumulación excesiva de grasa corporal que afecta negativamente a la salud. Se produce debido a un desequilibrio energético prolongado, es decir, cuando se consumen más calorías de las que el organismo gasta.

El tercer sábado de cada mes se celebra el día mundial contra esta enfermedad. En 2025, el lema es "Cambiar los sistemas para vidas más saludables", que lo que busca es la transformación de los sistemas de salud, cambios en la alimentación y enfatizar en la educación.

En cuanto a los datos de esta enfermedad se cree que desde 1975 ha triplicado sus datos. Actualmente, afecta a más de 800 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2030 se estima que el 50% de la población mundial tenga sobrepeso u obesidad.

En 2050 se espera que casi la mitad de los niños y adolescentes tengan sobrepeso

Los datos de obesidad infantil también son preocupantes. En 2024, 35 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. Además, en los últimos 45 años, la obesidad infantil se multiplicó por 12. En España, la prevalencia de obesidad infantil y juvenil es del 114,2, una de las más altas de Europa y se espera que para 2050, el 47% de los niños y adolescentes españoles tengan sobrepeso u obesidad.

Hay casos en los que los pacientes necesitan seguir un tratamiento. Por eso, los investigadores de la Universidad CEU San Pablo, el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y la Universidad Rey Juan Carlos han desarrollado una investigación común tras la que han identificado tres subtipos metabólicos de obesidad infantil a partir de biomarcadores en sangre, lo que facilitará la elección del mejor tratamiento para cada paciente.

"La selección de los biomarcadores puede ayudar a clasificar el tipo de obesidad y, de esa manera, identificar el mejor tratamiento para cada tipo", ha explicado el investigador principal del proyecto en el Centro de Análisis de Metabolómica y Bioanálisis (CEMBIO) del CEU, Francisco Javier Rupérez.

La dieta cetogénica es la mejor aliada

Debido a la experiencia del grupo de investigadores del Hospital en la obesidad de origen genético (monogénica) -colideran el grupo colaborativo europeo para su estudio- se ha podido demostrar que esos metabotipos no están relacionados con variantes genéticas conocidas.

El estudio ha contado con la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el Fondo de Investigación en Salud (FIS) del Instituto de Salud Carlos III, Se ha publicado en 'Frontiers in Molcular Biosciences' y se ha basado en técnicas estadísticas avanzadas, las capacidades de la metabolómica multiplataforma y la práctica clínica.

Asimismo, los resultados han revelado que la dieta cetogénica -muy baja en carbohidratos y alta en grasas- es la más favorable para la pérdida de peso en niños. Según el estudio, mantener este tipo de intervención nutricional durante cuatro meses permite una disminución de peso sostenida a lo largo de 12 meses.

También se ha demostrado que, al perder peso, el cuerpo sufre cambios importantes en su metabolismo, en la forma en que procesa lo que se come. Estos cambios pueden durar hasta nueve meses después de terminar el tratamiento, aunque no ocurre en todos los casos. Gracias a esto, los científicos han encontrado ciertas señales -biomarcadores- que, si se miden antes de empezar, podrían ayudar a saber si el tratamiento funcionará bien y cuál es el mejor para cada persona.