SALUD

La historia de la mujer de 41 años que perdió casi 100 kilos en tiempo récord: "Perdí 80 antes de empezar a entrenar"

Sanne Christensen, una mujer danesa que acusaba una enfermedad renal que le impedía andar, llegó a pesar 168 kilogramos. Ahora, ha revelado en el medio danés 'TV2', cuál ha sido su secreto para realizar el cambio físico.

Carlos Martín

Madrid |

Tu peso exacto.
Procura ajustar bien la báscula. | Pixabay

Con la llegada del verano y las vacaciones, mucha gente apura los plazos para tratar de verse y sentirse lo mejor posible consigo mismo. Los expertos recomiendan que la mejor manera de perder peso y obtener una buena figura es mediante la combinación del ejercicio, la dieta y el descanso, sin abusar de ninguno de ellos.

Estos cambios físicos suelen ser costosos al principio y no te debes desanimar si alguna vez has fallado en el intento de comer saludable o de intentar ir al gimnasio un número determinado de días a la semana, es comprensible. De hecho, la clave del éxito está en la constancia y no en los sprints finales, dando por sentado que la vida adulta tiene compromisos, muchas veces ineludibles, que pueden truncar nuestro propósito.

La historia de Sanne Christensen

Esta mujer danesa de 41 años sufría de una enfermedad renal, tenía malos hábitos y desarrolló problemas en su columna vertebral, que le impedían andar y que provocaron que llegase a pesar 168 kilos. Debido a su patología y a su peso, la tuvieron que ingresar hasta en seis ocasiones en un mismo año. Durante una entrevista en el medio danés 'TV2', ha recordado que su sufrimiento llegó hasta tal punto que le dijo a su psicólogo que "esperaba no volver a despertarse cuando se fuera a la cama".

Su desesperación era tal que decidió recurrir a su médico de cabecera para tratar de encontrar una solución, este le recetó Wegovy, un medicamento indicado para bajar de peso que le hizo dejar de pensar todo el rato en comida y cuando comía pronto se llenaba. El 1 de enero de 2024 recibió la primera inyección y es un día que no olvidará jamás: "Sin duda, me ha salvado los riñones y la vida". "Perdí 80 kilos antes de empezar a entrenar", ha afirmado Christensen que ha perdido 96 kilos en 15 meses.

Los verdaderos cambios

Además del medicamento, necesario en su caso, Christensen ha explicado que en el pasado comía mucho pan y que las ensaladas las aderezaba con un producto rico en grasas, por eso se animó a cambiar su dieta. "Ahora utilizo jugo de limón para el aliño y la mayoría de productos de mi nevera son light", ha detallado. Además, ha develado uno de sus trucos, que consiste en servir la comida en platos más pequeños: "Parece que haya más".

Su considerable bajada de peso hizo que pudiese comenzar a hacer deporte. De primeras acudió a un gimnasio, para posteriormente realizar ejercicio en su propia casa. Su rutina incluye sentadillas, abdominales y pesas rusas. "Empieza a ser divertido moverse", admite sonriente.

Sin embargo, ha reparado en un error muy común entre la población que se inicia en el gimnasio. Un día, mientras entrenaba, comenzó a sentirse mal porque no había comido lo suficiente, esto se debe a que al realizar más deporte, su cuerpo necesita más energía. Por tanto, su dietista le diseñó un plan de alimentación que le permitiese ingerir 1.200 calorías al día, 700 más de las que solía ingerir.