(ICAL) La ciudad de Palencia atraviesa una crisis en la gestión de residuos que ha generado malestar entre los ciudadanos, según reconoció hoy la alcaldesa, Miriam Andrés. La situación, originada por lo que la regidora calificó como una "actuación indecente" de la empresa Acciona, adjudicataria del servicio de tratamiento de residuos, ha llevado a que toneladas de basura se acumulen en las calles, afectando la imagen y la limpieza de la capital.
Andrés pidió disculpas públicas por los inconvenientes causados, destacando el esfuerzo del servicio municipal de limpieza, liderado por FCC y los trabajadores para mitigar las consecuencias. "Gracias al enorme trabajo, dedicación y esfuerzo del servicio de Palencia Deslumbra, las consecuencias que Acciona pretendía se han visto minimizadas, aunque por supuesto que han existido y siguen existiendo", afirmó. La alcaldesa subrayó que, desde el inicio de los problemas en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR), los camiones de basura deben recorrer 200 kilómetros para depositar los desechos, lo que genera demoras y limita la operatividad de servicios como las barredoras.
La gestión de residuos en Palencia no depende directamente del Ayuntamiento, sino de un Consorcio, un hecho desconocido para muchos ciudadanos, según explicó Andrés. "Falta pedagogía en eso. Los ciudadanos pagan sus impuestos y quieren que sus contenedores estén vacíos y las calles limpias", señaló, pidiendo "un poquito de paciencia" mientras se resuelve la situación. La alcaldesa reveló que mantuvo una reunión el pasado domingo con la presidenta del Consorcio para abordar la crisis y que se están ejecutando medidas, incluyendo requerimientos a Acciona para reabrir el CTR y la posible activación de un contrato de emergencia para reforzar el transporte de residuos.
La alcaldesa confía en que, a lo largo de esta semana, se materialicen las soluciones propuestas para normalizar la gestión de residuos. Mientras tanto, reiteró su compromiso con la cercanía y la empatía hacia los ciudadanos, a quienes pidió comprensión ante una crisis que, según sus palabras, no es responsabilidad directa del Ayuntamiento, pero que están trabajando incansablemente para resolver.