La Asociación Pitiusa de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (APFEM) cumple 30 años ofreciendo apoyo a personas con enfermedades mentales, autismo, discapacidad intelectual y jóvenes en riesgo de exclusión social en Ibiza y por ello el programa Más de Uno Ibiza y Formentera, ha visitado su sede de la Avenida de Sant Jordi de la ciudad de Ibiza para conocer de primera manu su trabajo y sus necesidades junto a dos de sus trabajadoras, Toñi y Noemí.
Ambas han destacado la importancia de dar visibilidad a estos problemas y de ofrecer un apoyo cercano y personalizado y han insistido que desde su fundación en 1995, APFEM ha crecido hasta contar con 100 trabajadores, gestionando 8 viviendas supervisadas, atención psicológica y talleres grupales. “Cada vez vemos más personas con problemas de salud mental, y muchas no saben dónde acudir y por ello el trabajo que hacemos creemos que es fundamental”.
En este sentido han insistido en lo importante que es la integración. “Siempre preguntamos ‘¿qué necesitas? o ¿qué está fallando? Porque la persona debe sentirse escuchada y saber que aquí tiene un apoyo real” y por eso también es muy importante el que en la asociación se trabaja como una gran familia, “lo que nos permite afrontar las dificultades del día a día, apoyándonos entre todos y cuando incluso cuando hay problemas que no forman parte de nuestro equipo directo”.
Por otro lado, también han destacado que a pesar del esfuerzo por visibilizar estas necesidades, todavía queda mucho camino por recorrer. "Las personas con problemas de salud mental no sufren solo por su diagnóstico, sino por los prejuicios de los demás y por eso es básico cambiar la percepción social sobre estas realidades y el que la concienciación comience desde la infancia, enseñando a los pequeños que la diferencia forma parte de la vida, y que debemos aceptar y facilitar la integración de todos".
Mientras, APFEM impulsa la inclusión laboral a través de un centro especial de empleo en el que se busca “cerrar el ciclo y que una persona que llega perdida pueda acabar con un trabajo estable” pero tenemos muy claro que “sobrevivimos porque nos apasiona este trabajo ya que la crisis de vivienda en Ibiza está obligando a familias y profesionales a dejar la isla con lágrimas en los ojos”.
