FÚTBOL

Mareo, sin presente y sin futuro

Al fracaso estrepitoso del primer equipo se une, por cuarto año consecutivo, el del filial que ayer quedó eliminado de la pelea por el ascenso al perder ante el Lealtad. En el club apuestan por la continuidad de Kembo, Mbemba y Amadou a las órdenes de Garitano

Juan Gancedo

Gijón |

Mareo, sin presente y sin futuro
Mareo, sin presente y sin futuro | OCR

El declive deportivo del Sporting, desde la llegada del Grupo Orlegi hace tres temporadas, empieza a ser de lo más preocupante.Y, como siempre, con lo peor aún por venir.

No contentos con el drama del primer equipo, en Mareo el año ha sido para olvidar: el B vuelve a fracasar y evita el ascenso del C, el femenino se salva en la última jornada y gracias a una alineación indebida en la recta final y en el resto de categorías (salvo el primer juvenil) el Oviedo siempre por delante. El de División de Honor sí le sacó 5 puntos, pero acabó tercero a 12 puntos del segundo y a quince del líder.

La cosa no acaba ahí: el 'Comité de Técnicos' que va a tomar las riendas deportivas tras las destituciones de hace dos semanas (aunque algunos de ellos sigan teniendo peso desde otro despacho en las decisiones futuras) propone ahora que se renueve a Kemboy Mbemba y suba Amadou al primer equipo, para que al menos hagan la pretemporada con el primer equipo y luego ya veremos. ¿El motivo? Ni hay dinero (pese a que Guerra presumió de "músculo financiero" no hace mucho) ni jugadores para la vuelta al trabajo del 7 de julio.

El panorama es desolador, y a todo ello hay que unir la espantada general del poco talento que queda en juveniles y que ahora tratan de evitar como pueden los recién llegados Felipe Vega-Arango y Emilio Gutiérrez.

El Sporting Atlético se queda en 3ª Federación por cuarto año consecutivo, pese a ser un filial profesional porque ninguno de sus integrantes se dedican a otra cosa que no sea jugar al fútbol. ¿Sus verdugos? Los clubes amateur del Lealtad (en dos ocasiones), Praviano y L'Entregu. El no ascenso del filial hace de tapón para los jugadores del 'invento del C', que son más jóvenes y asturianos que los del B y que a su vez no sirven para el primer equipo.

Todo un auténtico galimatías, absolutamente imposible de entender si no te han insertado en el cerebro el 'microchip Orlegi'.